MEZCLAR TÓXICOS EN DOSIS BAJAS ELEVA SU
POTENCIAL CARCINOGÉNICO
POTENCIAL CARCINOGÉNICO
Algunos
no se consideran nocivos por sí solos, pero al sumarlos lo son.
Presentes
en artículos de higiene, limpieza y
objetos de uso común.
BARCELONA. KARLA ISLAS PIECK
La combinación de algunos tóxicos
presentes en artículos de higiene personal, cosmética, limpieza y otros objetos
de uso común y frecuente que en pequeñas dosis no se consideran nocivos para la
salud pueden tener efectos carcinogénicos al mezclarse entre sí, según un
trabajo en el que han participado Laura Soucek y Jonathan Whitfield, del grupo
de Modelización de terapias antitumorales en ratón del Valle de Hebrón
Instituto de Oncología (VHIO), junto con 172 científicos más de centros de
investigación de 28 países que han constituido la ONG internacional denominada
Getting to Know Cancer.
Según la información que consta en la
literatura científica, son múltiples y muy variados los factores implicados en
el inicio y desarrollo de los tumores. En muchos casos se desconoce el origen
de la enfermedad y tampoco se saben con detalle todos sus posibles detonantes,
pero son cada vez más los estudios que aportan pistas que ayudan a comprender
el proceso de tumorigénesis en los diferentes tipos de cáncer.
Este trabajo, que se publica en un número
especial de la revista Carcinoenesis, analiza 85 productos químicos presentes,
en dosis bajas, en artículos como jabones, en artículos como jabones, cremas,
desodorantes, aditivos alimentarios embalajes de comida y otras sustancias
como pinturas y solventes, a los que la
población está expuesta de forma cotidiana y que no se consideran cancerígenos.
Los investigadores revisaron el efecto de estas
sustancias y encontraron que 50 de ellas estaban directamente implicadas en
mecanismos clave par el desarrollo de cáncer en dosis y niveles de exposición
ambientales. Además, concluyeron que algunos productos químicos pueden ser
capaces de actuar conjuntamente con otros para desencadenar el cáncer, a pesar
de que la exposición a bajas dosis a estos mismo productos químicos, de forma
individual, no seria cancerígena.
Soucek ha comentado a DIARIO MÉDICO que los
productos químicos que están disponibles en el mercado han sido aprobados para
su evaluando la toxicidad de cada uno de ellos por separado: “El problema es
que en el medio ambiente nunca se encuentran solos, por lo que se tendrían que
evaluar en combinación con los de más”.
Las estimaciones actuales sugieren que hasta
uno de cada cinco casos de cáncer puede deberse a la exposición a diferentes
productos químicos en el medio ambiente que no están relacionados con los
estilos de vida personales, es decir, a los que está expuesta en mayor o menor
medida toda la población.
A su juicio, para intentar reducir la
incidencia de cáncer resulta incidencia estudiar estas combinaciones y cambiar
la regulación para limitar la comercialización de muchos productos de uso común
que contienen tóxicos y que, sumados a otros, son potencialmente peligrosos
para la salud.
“Algunas de estas sustancias tóxicas ni se
indican en las etiquetas de los productos, ya que están presentes en cantidades
muy bajas y no se consideran nocivas”.
A su juicio, hay una falsa sensación de
seguridad entre la población, que en su mayoría no es consciente de la
presencia de tóxicos en los productos de uso cotidiano.
Ha citado el ejemplo del benzopireno, que “casi
todo el mundo sabe que está presenten los cigarrillos y que es nocivo para la
salud, pero no somos conscientes de que también nos exponemos a esta sustancia
cuando hacemos una barbacoa o cuando tomamos café tostado. Si hacemos una
barbacoa a la semana y tomamos café cada
día, todo esto va sumando”.
Los tóxicos presentes en productos de
uso cotidiano no se consideran nocivos de forma individual son potencialmente
peligrosos al sumarlos o combinarlos.
La otra cara de los antioxidantes de uso alimentario
La otra cara de los antioxidantes de uso alimentario
El butilhidroxitolueno (BHT), un antioxidante
sintético procedente de la industria petrolera, se usa como aditivo en algunos
combustibles y también en la comida. Dadas sus características moleculares, que
hacen que se mantenga muy estable en las grasas, es muy socorrido para
conservar productos de repostería y sopas deshidratadas, entre otros alimentos
procesados. Se sabe que esta sustancia tiene un efecto importante sobre los
neutrófilos, que en su ves constituyen la defensa del organismo contra las
células cancerosas. Según las últimas investigaciones, el BHT no sólo es capaz
de neutralizar la función de estas células inmunitarias, sino que además les
confiere propiedades tumorigénicas, ha explicado la investigadora Laura Soucek.
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