La salud está en nuestras manos. Todo lo que hagamos o dejemos de hacer tanto con respecto a la alimentación como con respecto a nuestros hábitos diarios va a repercutir en nuestro estado de salud. La salud es una sumación de actos que nosotros hacemos con nuestro cuerpo que de una forma u otra redundan en su normal o anormal funcionamiento. Estos días de Navidad quien más o quien menos ha trasgredido lo que siempre estamos diciendo sobre dieta mediterránea, ejercicio, descanso... Esto comporta que hemos de enmendarnos para volver a la senda de la salud.
El haber comido en exceso alimentos generalmente no muy recomendados, como grasas saturadas, exceso de hidratos de carbono refinados, exceso de proteína animal, abuso de bebidas alcohólicas, alteración del ritmo del sueño.... ha significado para nuestro cuerpo un acúmulo de toxinas y de residuos metabólicos y un bloqueo de las vías naturales de eliminación de las mismas. Hay cinco emuntorios naturales en nuestro cuerpo:
  • la piel
  • vías respiratorias
  • vía intestinal
  • el binomio hígado-vesícula biliar
  • el binomio riñón-vejiga
Nuestro organismo introduce por vía digestiva alimentos. De estos va a aprovechar gran parte de sus principios activos, pero una pequeña parte de ellos han de ser eliminados además de los restos metabólicos que supone el procesado de los principios activos de los cuales nos estamos aprovechando. Estos residuos deben ser eliminados en nuestro organismo porque sino acaban interfiriendo la normal función de todas y cada una de las células de nuestro cuerpo. Siempre hago la comparación de la célula con un oficinista. Si un oficinista está trabajando en un habitáculo agradable con temperatura estable, con música armónica, en buenas condiciones, va a rendir y producir más. En cambio si el entorno en el que tiene que trabajar esta persona no es agradable, tiene malos olores, frío, basura y hay ruido, no se concentra en su trabajo y disminuye su rendimiento. Todas y cada una de nuestras células están flotando en líquido, están rodeadas por el espacio intersticial, que es estado líquido y en él se desarrollan los intercambios metabólicos que se necesitan para su subsistencia, es decir, en ese espacio fundamental, la célula suelta sus deshechos y de ese espacio capta el oxígeno, los minerales, vitaminas y nutrientes esenciales que precisa para sus funciones. Si ese entorno medioambiental de la célula es hostil, está lleno de residuos metabólicos porque no se drenan, porque no se pueden eliminar, esta célula va a estar "ahogada", no le va a llegar correctamente los nutrientes, ni el oxígeno que precisa para su actividad. Esto implica que esa célula no va a realizar las funciones que tiene que realizar de forma correcta y va a haber una deficiencia de rendimiento, que esto repercute en el órgano en el cual está. Si es una célula hepática va a haber una mala función hepática, si es una neurona va a haber una mala función de sistema nervioso central, si es una célula de vías respiratorias habrá problemas respiratorios, etc, etc,. Por eso es fundamental que el espacio que rodea a todas y cada una de las células esté en las mejores condiciones posibles. Ese es uno de los secretos de la salud.
¿Cómo conseguimos mantener el espacio intersticial limpio? primero no metiendo toxicidad. y segundo limpiando la toxicidad acumulada. Para conseguirlo hay que activar fundamentalmente la depuración o limpieza hepática y renal, además de lo que podamos eliminar por la piel a través de una sudoración gracias al ejercicio físico.
Para ello planteamos en Centro Médico Naturalia el siguiente tratamiento de base, necesario antes de comenzar cualquier tipo de dieta y cuya duración sería aproximadamente de un mes:
  • en primer lugar pauta de alimentación depurativa,
  • infusión de plantas depurativas junto con un preparado específico para activar la función renal antes de las tres comidas principales,
  • infusión de plantas digestivas y hepáticas junto con otro preparado específico para activar las funciones del hígado después de las tres comidas principales,
  • sauna o Photón platino para activar la depuración por vía cutánea y
  • semillas de lino para regular la función intestinal.
Esto es básico previo al comienzo de cualquier tratamiento específico para cualquier patología. Una persona que se plantee adelgazar, si optimiza y regula el funcionamiento de su cuerpo le va a costar mucho menos el perder peso y esa pérdida de peso va a ser más duradera en el tiempo. Y una persona con problemas de depresión o de nervios en general, responderá mejor al tratamiento si previamente ha realizado una depuración, una puesta a punto de su organismo.