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martes, 20 de enero de 2015


ESGUINCE DE TOBILLO


En este artículo vamos a tratar el tema del esguince de tobillo , patología muy frecuente tanto si practicamos deporte como sino. La destacamos porque nuestro abordaje terapéutico nada tiene que ver con el tratamiento clásico que todavía hoy se sigue realizando.

 Un esguince se produce por el desplazamiento hacia dentro o hacia fuera del pie distendiendo o rompiendo los ligamentos de la cara externa o interna del tobillo.

Se distingue en 3 grados:

-         Grado 1: Esguince leve
-         Grado 2: Moderado. Rotura parcial del ligamento.
-         Grado 3: Grave. Rotura total del ligamento.


El paciente acude a consulta en fase aguda (recién hecho) o con las secuelas de un esguince mal tratado.

Un esguince es moderado o grave cuando inmediatamente después de producirse el paciente no puede apoyar el pie ni andar. En este caso habría que descartar una lesión ósea con una radiografía. Si no hay fisura iniciaremos nuestro tratamiento.

Todavía hoy se sigue inmovilizando el tobillo con una férula de escayola con el fin de reabsorber el hematoma y que cicatrice el ligamento, y esto es un error. La rotura de ligamento produce un sangrado y un gran hematoma. La inmovilización hace que la sangre se enquiste y que el hematoma se reabsorba de forma más lenta formando así un nódulo fibroso. El ligamento será menos elástico y el riesgo de volver a torcerse el tobillo en el futuro es muy alto.


La mejor forma de tratarlo más rápida y efectiva sería (de 2 a 3 días):

-         Aplicación inmediata de una cataplasma de arcilla roja con vinagre de vino tinto. Mantener de 2 a 3 h e incluso toda la noche. La arcilla posee propiedades  remineralizantes y antiinflamatorias.

-         Masaje de bombeo para luchar contra el edema.

-         Aplicación de frío de 10 a 12 minutos para disminuir el dolor.

Importantísimo mantener el movimiento y recuperar el movimiento perdido. Este movimiento del pie y de los tendones es el que va hacer que fluya la sangre y se reabsorba con más facilidad el hematoma. Hay que hacerlo con cuidado los primeros  días.
El masaje transverso profundo (Cyriax) también nos va a ayudar a restaurar el tejido conjuntivo.

El vendaje funcional nos va a servir de gran ayuda para dar estabilidad al tobillo limitando los movimientos de giro y respetando los movimientos que nos permite apoyar o caminar (importantísimo para recuperar perfectamente nuestros ligamentos dañados).

Es fundamental entrenar la propiocepción para garantizar que la zona esté fuerte, ágil y preparada para responder favorablemente ante estímulos que podrían provocar recaídas o nuevas lesiones-
.

En tres o cuatro semanas el ligamento esta prácticamente cicatrizado. Siguiendo este protocolo en casa o con la ayuda de un fisioterapeuta el tobillo estará preparado para reanudar las actividades cotidiana o la práctica deportiva (los primero días mejor con un vendaje funcional).

En nuestro centro además de llevar a cabo este protocolo contamos con la aportación de la terapia neural, que junto con la fisioterapia vamos a conseguir acelerar el proceso curativo disminuyendo el dolor y la inflamación el edema en menos tiempo y esto nos va a permitir llevar a cabo una  recuperación total.





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