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lunes, 13 de abril de 2015

ASTENIA PRIMAVERAL

Para muchas personas llega un momento del año en el que se sienten cansados, decaídos de ánimo, irritables y faltas de energía. Es la primavera. Pero no la primavera de calendario, sino la primavera estacional.

El 37% de las personas notan este cansancio y falta de energía en las primera semanas de la primavera. No es una enfermedad, sino un trastorno pasajero. Hay mucha controversia en el mundo médico cuando se habla de la astenia primaveral. Desde luego no se considera una patología ni una entidad clínica ya que es una alteración temporal autolimitada y no requiere medicación. Hay muchos profesionales médicos que dudan de la existencia de la astenia primaveral. No esta respaldada por ninguna evidencia científica.

Según una encuesta realizada en el año 2012 por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO), es mas frecuente entre las mujeres de 35 a 50 años y entre las personas que padecen alergia.


También se ven más afectados los trabajadores por cuenta ajena (40%) pues al no poder cambiar sus horarios laborales no pueden aumentar las hora de sueño, uno de los remedios para favorecer la adaptación del organismo al estos cambios. Los estudiantes (23%) suele acusar el cansancio al coincidir con la recta final del curso.


CAUSAS

Las causas de esta sintomatología leve y pasajera parece ser que subyace en la alteración de los ritmos circadianos. Todos nosotros tenemos un reloj interno, un reloj biológico, regulado por el eje hipotálamo-hipofisario. En hipotálamo es una glándula en el cerebro que regula la temperatura corporal, la sed, el apetito, el sueño... y segrega hormonas y neurotransmisores como las beta-endorfinas y la serotonina.

En la época del cambio estacional climático (que no necesariamente ha de coincidir con el del calendario, aunque se suele aproximar) hay un aumento de la temperatura de las horas de luz solar, de la humedad y a esto se asocia el cambio horario. Estos factores medioambientales generan un desequilibrio de las endorfinas, la serotonina y la melatonina entre otros productos químicos del sistema nervioso que provoca una sensación de decaimiento físico y intelectual.

Nuestro organismo se ha de acomodar a las nuevas circunstancias medioambientales, se debe autorregular en sus funciones en un nuevo entorno. Por esto se considera un trastorno adaptativo.

El hecho de dormir una hora menos, de desplazar la hora de las comidas, del trabajo y del resto de las actividades diarias contribuye a esta desadaptación temporal.


SÍNTOMAS

El diagnóstico de la astenia primaveral es clínico, en base a los síntomas que presenta una persona:

  • desgana y apatía por desarrollar actividades cotidianas,
  • cansancio generalizado,
  • dificultad para conciliar el sueño,
  • somnolencia diurna,
  • irritabilidad y nerviosismo,
  • inapetencia,
  • falta de libido,
  • problemas de concentración,
  • malestar general con cefalea,
  • rabietas sin sentido en los niños.

Se pueden presentar todos o varios de los síntomas descritos, depende de la situación de cada paciente.

Como hemos dicho no es un trastorno psiquiátrico, sino una sensación subjetiva que trasluce una mayor vulnerabilidad de la persona frente a estos cambios climáticos.

Esta situación se autolimita a 2 ó 3 semanas y hay una progresiva recuperación en la medida que nuestro organismo busca su nuevo estatus en la nueva situación medioambiental del entorno.

Si durasen más tiempo este tipo de situaciones habría que acudir al médico pues estos síntomas mantenidos pudieran ser consecuencia de una anemia o un trastorno afectivo estacional que deberían ser tratados bajo criterio médico.

Esta situación clínica pasajera se puede ver acentuada en las personas alérgicas (que cada año aumenta el porcentaje) porque en la primavera comienza la polinización que comporta congestión nasal y/o dificultades respiratorias con aumento de la sensación de malestar, cansancio tanto físico como psíquico y dificultad para dormir.

Y si la primavera comienza con temperaturas altas se complica la conciliación del sueño y el descanso, que implica mayor cansancio diurno y mayor irritabilidad, síntomas que se suman a los del la astenia.



PREVENCIÓN

Es difícil de prevenir esta situación pasajera. En primer lugar porque ningún año se produce el cambio estacional primaveral en la misma fecha (no hablamos del día 23 de Marzo del calendario), todos los años varía y puede haber hasta 2-3 semanas de desfase. No se puede calcular por estas variables atmosféricas cambiantes.

Para evitar el malestar lo mejor que podemos hacer es llevar una dieta sana y tener un estilo de vida activo durante todo el año de forma que nuestro organismo tenga permanentemente un estado de salud tal que sea mínimo y no traumático el proceso de adaptación a los cambios medioambientales descritos.


TRATAMIENTO

1.- Tener unos horarios fijos en cuanto a descanso y alimentación para que el organismo vuelva a encontrar su equilibrio.

2.- Hacer cinco comidas al día para evitar hipoglucemias que afectan al estado de ánimo. Llevar una alimentación equilibrada y variada haciendo hincapié en alimentos que aporten energía como plátanos y frutos secos que, además, son ricos en triptófano (aminoácidos precursor de la serotonina, neurotransmisor que potencia la felicidad).

3.- Mantener el cuerpo hidratado con la ingesta de 2 litros de líquido al día, que puede ser agua, zumos o infusiones.

4.- Descanso adecuado. La astenia afecta al sueño y es preciso tener 8 horas de descanso nocturno. Esto ayuda a que el cuerpo se adopte al cambio más fácilmente. Ir a dormir habiendo pasado 3 horas tras la cena, en una habitación con temperatura adecuada de 18º C y tener regularidad en la hora de acostarse.

5.- Realizar ejercicio moderado, aeróbico, suave, unos 30 minutos diarios y de forma regular. Andar, nadar, bailar... Aumenta la producción de endorfinas y el tono vital.

6.- Realizar actividades placenteras para vencer la desmotivación de la astenia. Así se eleva el estado anímico y se contrarresta la tristeza inherente a la astenia primaveral.

7.- No automedicarse porque no es una patología, es un proceso de adaptación y no requiere medicación y menos sin consejo médico pues podría enmascarar una patología de fondo.

8.- Jalea real. Es un producto elaborado por las abejas y la reina la toma toda su vida. Se elabora en las glándulas submaxilares mezclando miel, néctar y agua con saliva y hormonas. Aportan vitamina A, B, C y E, minerales y oligoelementos (fósforo, selenio, hierro, cobre, calcio y potasio) aminoácidos (lisina, leucina, Metionina, fenilalamina, treonina, triptófano y valina) y un ácido graso no saturado, el 10-hidroxidecenoico (HDC) con propiedades antibacterianas y antifúngicas.


La jalea real estimula las defensas, aporta energía, reduce la sensación de fatiga, incrementa la resistencia física, mental y sexual, además de otros muchos beneficios.

9.- Complementos vitamínicos. Siguiendo una alimentación sana y equilibrada no serían necesarios. Sin embargo, muchas personas hoy en día no llevan una buena alimentación por lo que nos encontramos niveles deficitarios en muchos nutrientes. Esas personas podrían recurrir a los citados complementos pero bajo la prescripción de un facultativo.

10.- Plantas adaptógenas. Los adaptógenos son sustancias que ayudan al cuerpo a adaptarse en situaciones de estrés interno o externo, logrando que el organismo pueda resistir etapas estresantes que normalmente afectarían su funcionamiento de forma negativa. Desde el momento que “adaptan” al cuerpo contribuyen a tener un estado más equilibrado en la función celular, generando un balance óptimo de las energías internas. Las sustancias adaptógenas son bidireccionales, actúan en fases de hiper y en fases hipo, llevando al cuerpo a una homeostasis de salud. Los productos adaptógenos tienen un efecto energizante a medio y largo plazo, no generando toxicidad y aumentando el rendimiento físico y mental. Aumentan la resistencia ante las situaciones de estrés.

Hay plantas que puede ayudar basadas en esta premisa como:

- ginseng, eleuterococo y damiana,
- rodiola
- withania,
- esquisandra,
- regaliz y
- astrágalo

No por ser plantas son inocuas por lo que han de ser prescritas por profesionales de la salud que valoren el estado de la persona y confirme que es una astenia primaveral lo que tiene y no una patología que pueda enmascararse por el uso de estas plantas





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