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miércoles, 16 de diciembre de 2015

YOGA

Esta milenaria disciplina es uno de los mejores sistemas de cuidado integral que existen. En el yoga, cuerpo, mente y espíritu se fortalecen y serenan con la práctica de las asanas, la respiración y la meditación.



Yoga: armoniza tu cuerpo y tu mente

Más que una práctica, el yoga es un estilo de vida que sana, cuida y fortalece el cuerpo, la mente y el espíritu mediante la práctica de las asanas, la respiración y la meditación. Practicado en la India desde hace miles de años, se ha convertido en uno de los sistemas de acondicionamiento físico y espiritual con más adeptos en nuestros días.
El hinduismo es una de las culturas más complejas del mundo. El yoga forma parte de su tradición religiosa, espiritual, cultural y social. Hay textos de hace miles de años que ya hablan sobre prácticas de meditación, respiración, trascendencia del yo y una serie de posturas que ayudan al yogui a purificar su cuerpo: las asanas.
Existen más de cien tipos de yoga. En occidente se conocen y se practican diversos estilos que derivan del Hatha Yoga, uno de los más dinámicos. Los hay más espirituales, como el Yoga Kundalini, o más físicos y exigentes, como el Yoga Bikram, que se practica en una habitación caliente (a la temperatura normal en la India). Incluso existe un yoga facial para relajar y tonificar los músculos de la cara.
En qué consiste el yoga
Durante una sesión de yoga, que suelen durar entre una hora y una hora y media, se practican diferentes asanas o posturas armonizadas con la respiración, beneficiosas tanto para el cuerpo como para la mente. Las asanas tienen diferentes grados de dificultad, desde las más sencillas para principiantes, hasta las más extremas que practican los alumnos avanzados.
La mayoría de las clases suele comenzar con un calentamiento llamado “Saludos al Sol”, que comprende una sucesión dinámica de posiciones que se inician de pie y nos hacen bajar hasta el suelo para calentar y lubricar músculos y articulaciones. Todo ello combinado con la respiración, que nos ayuda a generar calor y energía corporal.
Después del calentamiento se comienza con las asanas o posiciones estáticas, siempre realizando una postura y su contrapostura para trabajar el cuerpo y la musculatura de forma equilibrada. Si la clase es dinámica, como en el caso del Yoga Flow, Power, Dinámico o Asthanga, las asanas se harán en movimiento, de forma fluida.
Todas las clases de yoga terminan con una relajación de unos 10 o 15 minutos en la que se devuelve al cuerpo y a la mente a la calma. Según el estilo de yoga o el profesor, también puede hacerse una meditación final.
El yoga puede practicarse en un centro especializado o club deportivo o, una vez que se ha aprendido la técnica correcta y las asanas, seguir una práctica personal (sadana), lo que nos permite hacer ejercicio y calmar nuestra mente estemos donde estemos.


Los muchos beneficios del yoga
La práctica del yoga en cualquiera de sus modalidades produce un gran cambio, no sólo físico, en quienes la practican, porque proporciona control, equilibrio y paz interior. Las asanas lubrican los órganos, mejoran la circulación sanguínea y la flexibilidad muscular, y ayudan a que las articulaciones, los músculos y otras partes del cuerpo funcionen correctamente.
Las asanas no sólo ejercitan los músculos, la fuerza, resistencia y equilibrio, sino que masajean los órganos internos, activan el metabolismo (practicando yoga habitualmente se queman muchas calorías, sobre todo en reposo), se oxigenan el organismo y se mejora el funcionamiento intestinal. Este es el caso de las posturas invertidas, que renuevan el flujo sanguíneo, rejuveneciendo el organismo desde dentro.
Hacer yoga de forma habitual proporciona energía y mejora la salud, fortalece y estira la musculatura de todo el cuerpo, corrigiendo problemas posturales y previniendo patologías de espalda y articulares.
Practicar yoga no sólo nos cambiará el cuerpo sino nuestra energía, nos ayudará a ser más conscientes de nosotros mismos, a descubrir muchas cosas que tienen que ver con nuestra alma, a cuidar nuestro cuerpo de forma saludable, a adquirir calma y serenidad.
El yoga está especialmente recomendado para quienes buscan un sistema de acondicionamiento físico que no sólo entrene su cuerpo sino que permita trabajar la mente. Así, resulta perfecto para quienes sufren estrés, ansiedad y tienen problemas de sueño o depresión; y para quienes quieren desarrollar su parte espiritual y cambiar sus hábitos de vida.

Tipos de yoga

Existen muchos estilos de yoga, más físicos o más meditativos, más técnicos o más populares, lo que hace que cada persona pueda encontrar un tipo que se adapte a sus necesidades físicas o mentales.
El origen de la mayoría de las disciplinas que hoy se practican está en el Hatha Yoga o yoga de la fuerza y la energía, que tiene su origen en el tantrismo, un movimiento socio-cultural y espiritual que surgió en la India en la edad media.
El objetivo del Hatha Yoga es fortalecer el cuerpo, despertar su energía y purificarlo. Mediante la práctica del pranayama o respiración se mueve el prana o energía vital. Las posturas ayudan al practicante a trascender el cuerpo, a darle primacía al espíritu. En occidente el significado espiritual del yoga muchas veces queda relegado, convirtiéndose su práctica en una mera disciplina gimnástica.
El Hatha Yoga es la base de todos los estilos de yoga modernos y el más practicado en Occidente. Se basa en la realización de un calentamiento conocido como Saludos al Sol, seguido de una serie de 14 posturas y sus variantes, entre las que se intercalan posiciones de descanso. Al practicante también se le enseñan diferentes técnicas respiratorias. Cada asana tiene beneficios específicos para el cuerpo, la mente y el espíritu. Este tipo de yoga es perfecto para iniciarse, para quienes buscan un estilo dinámico y exigente físicamente.

Tipos de yoga más comunes
·         El Yoga Kundalini emplea las asanas del Hatha pero las suele asociar en kriyas o conjuntos de posturas con un objetivo: mejorar las funciones renales, abrir el corazón, mejorar la capacidad respiratoria, activar el sistema linfático, trabajar el suelo pélvico, liberar emociones. La clase intercala cantos y mantras y toda la práctica física va encaminada a una meditación final. Los practicantes de Kundalini sostienen que este estilo de yoga despierta precisamente la kundalini, la energía que todos tenemos adormecida en la base del cuerpo. Representada como una serpiente, cuando se despierta sube por el cuerpo hasta llegar a la cabeza. Este estilo es muy recomendable para quienes quieran explorar y desbloquear sus emociones, y para quienes quieran iniciarse en la meditación.
·         El Yoga Iyengar, creado por el maestro del mismo nombre, es el más técnico y perfeccionista de todos. Basado en las posiciones del Hatha pero sin ningún tipo de sistematización, emplea cinturones, bloques, sillas, mantas y otras herramientas para corregir las posturas y mejorar la práctica. Una disciplina muy interesante para quienes quieran practicar yoga con seguridad y adquirir una buena base técnica.
·         El Ashtanga Yoga es el más intenso y dinámico de todos los estilos, sólo apto para practicantes con buenas cualidades físicas. En este estilo se realizan los mismos saludos al sol y posiciones que en Hatha, pero introduciendo saltos, equilibrios, posturas y secuencias propias de un atleta. Este estilo es el más apropiado para quienes quieren entrenar duro y necesitan sensaciones fuertes al hacer ejercicio o quieren quemar calorías.
·         Bikram Yoga es uno de los tipos más originales de Yoga. Este estilo sigue la serie de Hatha Yoga pero en una habitación a unos 40 grados, más o menos la temperatura de la India. El calor hace que los músculos se estiren mucho más profundamente y el cuerpo elimine muchas toxinas, ya que se suda constantemente. Para practicarlo hay que llevar ropa ligera y una gran botella de agua.
·         Es fácil encontrar muchos otros estilos de Yoga (Flow, Integral, Nauli, AcroYoga…), sobre todo en Califormia, el lugar con más practicantes de yoga del mudo (tal y como lo entendemos en Occidente).


Consejos para la práctica del yoga
Si ya estás listo y preparado para iniciarte en la práctica de yoga, aquí tienes algunos consejos para sacarle el máximo partido:
·         Busca un centro especializado, con profesores certificados en el estilo que impartan, sobre todo si tienes alguna patología de espalda u otro tipo.
·         Prueba varios estilos antes de decidirte por uno, se podría decir que hay un estilo para cada tipo de persona.
·         Ten paciencia, los cambios físicos permanentes en yoga requieren tiempo y hay que comenzar de forma muy suave, siempre haciendo las opciones sencillas que nos indique el profesor. De lo contrario corremos el riesgo de lesionarnos.
·         Utiliza ropa de colores claros, transpirable y muy cómoda para hacer las clases. Lleva siempre una sudadera y calcetines para abrigarte durante la relajación y una botella de agua por si tienes sed durante la clase.
·         Bebe agua y líquidos antes, durante (si lo necesitas) y después de la clase, pero procura no comer al menos dos horas antes de una sesión.

·         Deja el móvil fuera de clase, tómate la clase de yoga como tu momento para desconectar del mundo.

Fuente: webconsultas




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