YOGA
Esta
milenaria disciplina es uno de los mejores sistemas de cuidado integral que
existen. En el yoga, cuerpo, mente y espíritu se fortalecen y serenan con la
práctica de las asanas, la respiración y la meditación.
Yoga: armoniza tu cuerpo y tu mente
Más que una práctica, el yoga es
un estilo de vida que sana,
cuida y fortalece el cuerpo, la mente y el espíritu mediante la práctica de las
asanas, la respiración y la meditación. Practicado en la India desde hace miles
de años, se ha convertido en uno de los sistemas de acondicionamiento físico y
espiritual con más adeptos en nuestros días.
El hinduismo es una de las culturas más complejas del mundo. El
yoga forma parte de su tradición religiosa, espiritual, cultural y social. Hay
textos de hace miles de años que ya hablan sobre prácticas de meditación,
respiración, trascendencia del yo y una serie de posturas que ayudan al yogui
a purificar su cuerpo: las asanas.
Existen más de cien tipos de yoga. En occidente se conocen y se
practican diversos estilos que derivan del Hatha Yoga, uno de los más
dinámicos. Los hay más espirituales, como el Yoga Kundalini, o más físicos y
exigentes, como el Yoga Bikram, que se practica en una habitación caliente (a
la temperatura normal en la India). Incluso existe un yoga facial para relajar
y tonificar los músculos de la cara.
En qué consiste el yoga
Durante una sesión de yoga, que suelen durar entre una hora y una
hora y media, se practican diferentes asanas o posturas armonizadas con la
respiración, beneficiosas tanto para el cuerpo como para la mente. Las asanas
tienen diferentes grados de dificultad, desde las más sencillas para
principiantes, hasta las más extremas que practican los alumnos avanzados.
La mayoría de las clases suele comenzar con un calentamiento llamado “Saludos al Sol”, que
comprende una sucesión dinámica de posiciones que se inician de pie y nos hacen
bajar hasta el suelo para calentar y lubricar músculos y articulaciones. Todo
ello combinado con la respiración, que nos ayuda a generar calor y energía
corporal.
Después del calentamiento se comienza con las asanas o posiciones
estáticas, siempre realizando una postura y su contrapostura para trabajar el
cuerpo y la musculatura de forma equilibrada. Si la clase es dinámica, como en
el caso del Yoga Flow, Power, Dinámico o Asthanga, las asanas se harán en
movimiento, de forma fluida.
Todas las clases de yoga terminan con una relajación de unos 10 o
15 minutos en la que se devuelve al cuerpo y a la mente a la calma. Según el
estilo de yoga o el profesor, también puede hacerse una meditación final.
El yoga puede practicarse en un centro especializado o club
deportivo o, una vez que se ha aprendido la técnica correcta y las asanas,
seguir una práctica personal (sadana), lo que nos permite hacer ejercicio y
calmar nuestra mente estemos donde estemos.
Los muchos
beneficios del yoga
La práctica del yoga en cualquiera de sus modalidades produce
un gran cambio, no sólo físico, en quienes la practican, porque proporciona
control, equilibrio y paz interior. Las asanas lubrican los órganos, mejoran la
circulación sanguínea y la flexibilidad muscular, y ayudan a que las
articulaciones, los músculos y otras partes del cuerpo funcionen correctamente.
Las asanas no sólo
ejercitan los músculos, la fuerza, resistencia y equilibrio, sino que masajean los órganos internos, activan el metabolismo (practicando yoga
habitualmente se queman muchas calorías, sobre todo en reposo), se oxigenan el
organismo y se mejora el funcionamiento intestinal. Este es el caso de las
posturas invertidas, que renuevan el flujo sanguíneo, rejuveneciendo el
organismo desde dentro.
Hacer yoga de forma
habitual proporciona energía y mejora la salud, fortalece y estira la
musculatura de todo el cuerpo, corrigiendo problemas posturales y previniendo
patologías de espalda y articulares.
Practicar yoga no sólo
nos cambiará el cuerpo sino nuestra energía, nos ayudará a ser más conscientes
de nosotros mismos, a descubrir muchas cosas que tienen que ver con
nuestra alma, a cuidar nuestro cuerpo de forma saludable, a adquirir calma y
serenidad.
El yoga está
especialmente recomendado para quienes buscan un sistema de acondicionamiento
físico que no sólo entrene su cuerpo sino que permita trabajar la mente. Así,
resulta perfecto para quienes sufren estrés, ansiedad y tienen problemas de
sueño o depresión; y para quienes quieren desarrollar su parte espiritual y
cambiar sus hábitos de vida.
Tipos de yoga
Existen muchos estilos
de yoga, más físicos o más meditativos, más técnicos o más
populares, lo que hace que cada persona pueda encontrar un tipo que se adapte a
sus necesidades físicas o mentales.
El origen de la mayoría de las
disciplinas que hoy se practican está en el Hatha Yoga o yoga de la fuerza y la energía, que
tiene su origen en el tantrismo, un movimiento socio-cultural y espiritual que
surgió en la India en la edad media.
El objetivo del Hatha Yoga es
fortalecer el cuerpo, despertar su energía y purificarlo. Mediante la práctica
del pranayama o respiración se mueve el prana o energía vital. Las posturas
ayudan al practicante a trascender el cuerpo, a darle primacía al espíritu. En
occidente el significado espiritual del yoga muchas veces queda relegado,
convirtiéndose su práctica en una mera disciplina gimnástica.
El Hatha Yoga es la base de todos
los estilos de yoga modernos y el más practicado en Occidente. Se basa en la
realización de un calentamiento conocido como Saludos
al Sol, seguido de una serie de 14 posturas y sus variantes, entre
las que se intercalan posiciones de descanso. Al practicante también se le
enseñan diferentes técnicas respiratorias. Cada asana tiene beneficios
específicos para el cuerpo, la mente y el espíritu. Este tipo de yoga es
perfecto para iniciarse, para quienes buscan un estilo dinámico y exigente
físicamente.
Tipos de yoga más comunes
Tipos de yoga más comunes
·
El Yoga Kundalini emplea las asanas del Hatha pero las suele
asociar en kriyas o conjuntos de posturas con un objetivo: mejorar las funciones
renales, abrir el corazón, mejorar la capacidad respiratoria, activar el
sistema linfático, trabajar el suelo pélvico, liberar emociones. La clase
intercala cantos y mantras y toda la práctica física va encaminada a una
meditación final. Los practicantes de Kundalini sostienen que este estilo de
yoga despierta precisamente la kundalini, la energía que
todos tenemos adormecida en la base del cuerpo. Representada como una
serpiente, cuando se despierta sube por el cuerpo hasta llegar a la cabeza.
Este estilo es muy recomendable para quienes quieran explorar y desbloquear sus
emociones, y para quienes quieran iniciarse en la meditación.
·
El Yoga Iyengar, creado
por el maestro del mismo nombre, es el más técnico y perfeccionista de todos.
Basado en las posiciones del Hatha pero sin ningún tipo de sistematización,
emplea cinturones, bloques, sillas, mantas y otras herramientas para corregir
las posturas y mejorar la práctica. Una disciplina muy interesante para quienes
quieran practicar yoga con seguridad y adquirir una buena base técnica.
·
El Ashtanga Yoga es el más intenso y dinámico de todos los
estilos, sólo apto para practicantes con buenas cualidades físicas. En este
estilo se realizan los mismos saludos al sol y posiciones que en Hatha, pero
introduciendo saltos, equilibrios, posturas y secuencias propias de un atleta.
Este estilo es el más apropiado para quienes quieren entrenar duro y necesitan
sensaciones fuertes al hacer ejercicio o quieren quemar calorías.
·
Bikram Yoga es uno de los tipos más originales de Yoga.
Este estilo sigue la serie de Hatha Yoga pero en una habitación a unos 40
grados, más o menos la temperatura de la India. El calor hace que los músculos
se estiren mucho más profundamente y el cuerpo elimine muchas toxinas, ya que
se suda constantemente. Para practicarlo hay que llevar ropa ligera y una gran
botella de agua.
·
Es fácil encontrar muchos otros estilos de Yoga (Flow, Integral,
Nauli, AcroYoga…), sobre todo en Califormia, el lugar con más
practicantes de yoga del mudo (tal y como lo entendemos en Occidente).
Consejos para la
práctica del yoga
Si ya estás listo y
preparado para iniciarte en la práctica de yoga, aquí tienes algunos consejos para sacarle el máximo partido:
·
Busca un centro especializado, con profesores certificados en el estilo que
impartan, sobre todo si tienes alguna patología de espalda u otro tipo.
·
Prueba varios estilos antes de decidirte por uno, se podría decir que hay
un estilo para cada tipo de persona.
·
Ten paciencia, los cambios físicos permanentes en yoga requieren tiempo y
hay que comenzar de forma muy suave, siempre haciendo las opciones sencillas
que nos indique el profesor. De lo contrario corremos el riesgo de lesionarnos.
·
Utiliza ropa de colores claros, transpirable y muy cómoda para hacer las
clases. Lleva siempre una sudadera y calcetines para abrigarte durante la
relajación y una botella de agua por si tienes sed durante la clase.
·
Bebe agua y líquidos antes, durante (si lo necesitas) y después de la
clase, pero procura no comer al menos dos horas antes de una sesión.
·
Deja el móvil fuera de clase, tómate la clase de yoga como tu momento para
desconectar del mundo.
Fuente: webconsultas
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