Mercurio en el pescado: cómo reducir su toxicidad
Las
principales fuentes de metilmercurio
(MeHg) –un
tipo de mercurio que es perjudicial para la salud– en la
alimentación, son los grandes peces, como el pez espada, atún, emperador o tiburón, y el marisco contaminado.
La ingesta de este tóxico puede
afectar negativamente al desarrollo del sistema nervioso del
feto en el caso de mujeres embarazadas pero, además, algunos
estudios también lo asocian con un mayor riesgo cardiovascular en
adultos.
Pero,
¿qué es el metilmercurio y por qué los peces y mariscos lo
contienen? El mercurio se encuentra de forma natural en el ambiente
y también procede de la contaminación industrial. Tras depositarse
en el medio acuático se transforma en metilmercurio a consecuencia
de la acción de ciertas bacterias, y posteriormente se acumula en
los animales marinos, especialmente en los grandes depredadores que
se alimentan de otros organismos contaminados.
Un
reglamento de la Unión
Europea establece
el máximo mercurio permitido en los productos de la pesca. Sin
embargo, como explica la Dra. Montserrat González Estecha, miembro
de laComisión
de Elementos traza de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica
y Patología Molecular (SEQC),
la cantidad que se consume de un pescado puede
influir más en la carga corporal de una persona que el hecho de que
un pescado supere o no dicho límite .
Cómo reducir la toxicidad del metilmercurio
La población española, debido a su alto consumo de pescado, está especialmente expuesta a este tóxico, y por ello en nuestro país se ha creado el Grupo de Estudio para la Prevención de la Exposición al Me-Hg (GEPREM-Hg), formado por diversas sociedades científicas que destacan en ámbitos como la salud ambiental, la nutrición, alimentación y dietética, la epidemiología, la medicina interna y la ginecología, entre otros.
Cómo reducir la toxicidad del metilmercurio
La población española, debido a su alto consumo de pescado, está especialmente expuesta a este tóxico, y por ello en nuestro país se ha creado el Grupo de Estudio para la Prevención de la Exposición al Me-Hg (GEPREM-Hg), formado por diversas sociedades científicas que destacan en ámbitos como la salud ambiental, la nutrición, alimentación y dietética, la epidemiología, la medicina interna y la ginecología, entre otros.
Según
los documentos elaborados por este grupo, las frutas, las verduras y
la fibra, pueden reducir la concentración de MeHg en el organismo, y los
ácidos grasos poliinsaturados son capaces de prevenir o disminuir
la toxicidad de esta sustancia, en particular sus efectos
neurológicos y cardiovasculares.
La
Dra. González Estecha ha declarado que también se ha podido
comprobar in
vitro que
si se ingieren junto al pescado determinados alimentos ricos en
fitoquímicos como el té verde, el té negro y la proteína de
soja, estos pueden reducir la bioaccesibilidad del mercurio.
Además,
el GEPREM-Hg ha lanzado una serie de recomendaciones generales a la
población para disminuir la exposición al metilmercurio y prevenir
así sus posibles efectos indeseados:
- Se deben consumir al menos dos raciones de pescado a la semana, y elegir pescados con un bajo contenido en mercurio.
- Las raciones no deben ser grandes. Lo aconsejable es no superar los 125 g en adultos y los 70 g en niños.
- Comer distintos tipos de pescado, preferentemente los ejemplares más pequeños dentro de los tamaños permitidos.
- Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y los niños hasta los 14 años de edad deben comer pescados y mariscos con una concentración de mercurio inferior a 0,15 mg/kg.
Fuente:
Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular
(SEQC)
Escrito por Eva Salabert, periodista experta en salud
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