Una investigación, cuyo primer autor es Zafar Rasheed, de la Universidad de Cleveland, que se publica en Arthritis Research and Therapy, indica que el extracto de piel de granada podría retrasar el avance de la artrosis, pues inhibe la actuación de varias enzimas y proteínas de la ruta de señalización regulada por IL1b, efectos protectores de la degradación del cartílago articular en la artrosis.
La piel de granada inhibe la actuación del complejo proteína ligando-proteína receptora IL1b-ILR1 y disminuye la activación de MKK3. También actúa sobre la actividad de esta enzima y retarda la activación de la p38-MAPKa. Asimismo, controla la actividad de dicha enzima y reduce la proteína factor de transcripción RUNX de tipo dos (RUNX2).
En el estudio también se ha demostrado que entorpece el enlace al ADN y la consecuente expresión de metaloproteasas degradantes de la matriz extracelular (MMP).
Estos resultados se han obtenido utilizando técnicas bioquímicas como electroforesis de proteínas seguida de electrotransferencia e inmunoprecipitación, amplificación de ADN mediante reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa (RT-PCR), transfección con ARN interferente de pequeño tamaño (siRNA) e inmunoensayos enzimáticos (Elisa).