Junto al famoso aloe y la robusta bardana, no hay otra planta mejor dotada para
asegurar el cuidado de nuestra piel que la caléndula. Si acudimos a un herbolario para consultar cómo
solucionar un problema dermatológico cualquiera con plantas medicinales,
tenemos muchas posibilidades de que el remedio que nos aconsejen los
profesionales lleve caléndula en su formulación. Tanto es así, que el extracto
de caléndula forma parte de numerosas cremas, pomadas, lociones y productos de
cosmética presentes en el mercado. Se encuentra entre las plantas mejor
valoradas para el tratamiento de las afecciones
dermatológicas, pero su uso no se
restringe a eso, como veremos.
Debe su nombre al término latino calendas, que designa al
primer día de cada mes del calendario, en referencia a su capacidad para
florecer casi durante todo el año, pero también se conoce en castellano como
‘maravilla’, por la suma de sus atributos estéticos y medicinales.
Cómo es y dónde se encuentra
la caléndula
La caléndula –Calendula
officinalis– es una conocida planta de jardinería de origen incierto.
Podría derivar de la especie silvestre Calendula arvensis, planta
anual muy abundante en yermos, descampados y márgenes de caminos. Nuestra caléndula
es una planta de mayor tamaño, de hasta 50 cm de alto, con grandes capítulos de
color anaranjado, de unos 5 cm de diámetro y hojas lanceoladas, de color verde
alimonado, que abrazan el tallo.
Bien conocida por los
aficionados a la jardinería, se planta en parterres y en rocallas, y la
encontramos con mucha frecuencia en parques y jardines públicos. Se cultiva
también en macetas y jardineras situadas en balcones y ventanas, a los que
aporta una luminosa nota de color y frescura. Hay quien considera que ayuda a
mantener los insectos fuera de casa.
Es una planta muy
resistente, soporta bien tanto la sequía como las heladas, pero necesita estar
instalada en una posición soleada. Fuera de los jardines, la caléndula aparece
de manera espontánea en las proximidades de masías y caseríos.
Principios activos de la
caléndula
Los efectos reparadores
de la caléndula y otras plantas medicinales vienen dados por los principios activos que contienen, y que las
plantas utilizan para poder medrar con éxito en los ambientes donde habitan,
para defenderse de depredadores, atraer a los insectos polinizadores, o
facilitar la captación de luz y de nutrientes. Estos componentes bioquímicos
tienen en muchos casos una similitud evolutiva con nuestros propias moléculas,
lo que explica su posible eficacia terapéutica.
Los capítulos florales
de la caléndula contienen los siguientes principios activos:
· - Aceite esencial, entre 0,1 y 0,4%, que incluye diferentes moléculas,
mentona, carvona, cariofileno, etcétera. Es responsable principalmente de su
acción antiséptica y parasiticida.
· - Principios amargos, como la calendina, que le confieren virtudes digestivas
y estomacales.
· - Flavonoides, del 0,3 al 0,8%.
· -
Saponósidos, entre 2 y 5%.
· - Ésteres colesterínicos derivados de los ácidos palmítico, esteárico,
láurico, mirístico.
·
Carotenoides, calendulina y otros pigmentos xantofílicos, que confieren el
color anaranjado a las flores.
· - Triterpenos alcohólicos.
· -
Polisacáridos hidrosolubles, galactanas.
Beneficios
y propiedades de la caléndula
De la caléndula se aprovechan con fines medicinales sus capítulos florales,
que se deben cosechar cuando están en plena floración y, si es posible, en las
primeras horas del día tras la salida del sol. A esta planta se le atribuye una
notable actividad antiinflamatoria, y se muestra asimismo como antiséptica, antiviral,
antibacteriana, antiespasmódica, emenagoga, colerética, antihemorrágica y
cicatrizante.
Los expertos recomiendan ceñir el uso de la caléndula a
aplicaciones por vía tópica, pero se mantienen vivos algunos de sus usos
tradicionales por vía interna, como veremos. A continuación detallamos sus
principales indicaciones.
Beneficios de la
caléndula y aplicaciones por vía externa:
· - En quemaduras no muy graves, escaldaduras y roces, reduce la
inflamación y favorece la regeneración de la piel. Se aplica en infusión,
oleatos, cremas, pomadas que la incluyan.
· - Sobre granos, urticarias y para tratar el acné juvenil.
· - Sobre eccemas secos, forúnculos y abscesos.
· - En dermatitis
atópica, incluida la que afecta a los
bebés, irritación
del pañal, pieles alérgicas.
· - En dermatitis exfoliativas, con descamación generalizada de la piel, a
veces con prurito e hinchazón, enrojecimiento cutáneo.
· - Supone un apoyo a considerar en el tratamiento natural de la psoriasis, para atacar algunos de sus síntomas.
· - En picaduras de
insectos, la caléndula actúa como
antiinfecciosa y antiinflamatoria.
· - En hematomas y golpes, rebaja la hinchazón y alivia el dolor. Se aplica en
forma de compresas empapadas o en baño parcial.
· - Planta amiga de los excursionistas, la caléndula se indica para tratar
cortes, rasguños, ampollas y torceduras, aplicada en compresas empapadas de la
infusión o la tintura.
· - Sobre pieles irritadas, envejecidas, castigadas por el sol y por el paso
del tiempo.
· - En heridas superficiales, sangrados leves, llagas y úlceras de la
piel, aporta su poder antihemorrágico y cicatrizante.
· - Sobre labios resecos y agrietados.
· - Para las llagas bucales, inflamación de la lengua (glositis) y de las
encías (gingivitis).
· - Es un apoyo para aliviar el dolor reumático, aplicados la infusión o el
alcohol en masaje.
· - Combate la infección por hongos, la micosis en manos y pies, como el pie de atleta, y la candidiasis.
· - Se ha usado de forma tradicional para eliminar las verrugas.
· - Alivia la irritación de garganta administrada en forma de gargarismo.
La caléndula, en suma,
contribuye de manera bastante eficaz a potenciar la epitelización y
regeneración de las pieles dañadas y especialmente sensibles o alérgicas,
estimula la síntesis de nucleoproteínas y de colágeno durante el necesario
proceso de regeneración cutánea.
Beneficios de la
caléndula y aplicaciones por vía interna:
· - La caléndula se indica como un remedio ginecológico para la mujer joven por
su poder antiespasmódico, para el tratamiento de los trastornos de la
menstruación, como amenorreas, metrorragias y dismenorreas.
· - La infusión de caléndula se ha señalado como remedio tradicional para
combatir la anemia y las convalecencias, mejor si es asociada a plantas
que refuercen su acción como el romero o la ortiga.
· - Se ha empleado como alivio en caso de úlcera gástrica, tomada la decocción
de flores y hojas.
· - Estimula la producción de bilis, y en asociación con plantas apropiadas,
como el agracejo, la centaura o la fumaria, se indica para tratar alteraciones
hepáticas y para restaurar las funciones del hígado tras un episodio de intoxicación
alimentaria o alergia.
· - Se ha indicado como remedio tradicional para el tratamiento de la
ictericia.
· - La infusión o el vino de caléndula se ha empleado también como remedio
tradicional para favorecer la expulsión de los parásitos intestinales.
Contraindicaciones de la caléndula
Como es bien sabido, todo
lo que cura, también puede dañar si se toma en dosis inadecuadas o por personas
con determinadas propensiones, y la hermosa caléndula no se escapa de tal consideración.
Estas son las precauciones que hay que tomar con la caléndula y las situaciones
donde está contraindicada:
·
A falta de estudios rigurosos que lo contradigan, los expertos
recomiendan evitar esta planta durante el embarazo y la lactancia. Su efecto
emenagogo o regularizador de la menstruación podría presentar algún
inconveniente, y en cualquier caso se impone la prudencia a la hora de evitar
el mínimo riesgo para la embarazada.
· - Muchas personas desarrollan una reacción alérgica más o menos
explosiva por el mero contacto con la caléndula, y cuanto más por la toma de
plantas de la familia de las compuestas, como es el caso.
· - El contacto con la planta fresca puede provocar dermatitis o
sarpullidos en personas sensibles o alérgicas.
· - Por su contenido en taninos, potencialmente irritantes a nivel
gastrointestinal, se deben evitar las dosis altas de caléndula y los tratamientos
prolongados por vía oral.
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