ASTENIA PRIMAVERAL
Para muchas personas llega un momento
del año en el que se sienten cansados, decaídos de ánimo,
irritables y faltas de energía. Es la primavera. Pero no la
primavera de calendario, sino la primavera estacional.
El
37% de las personas notan este cansancio y falta de energía en las
primera semanas de la primavera. No es una enfermedad, sino un
trastorno pasajero. Hay mucha controversia en el mundo médico cuando
se habla de la astenia primaveral. Desde luego no se considera una
patología ni una entidad clínica ya que es una alteración temporal
autolimitada y no requiere medicación. Hay muchos profesionales
médicos que dudan de la existencia de la astenia primaveral. No esta
respaldada por ninguna evidencia científica.
Según una encuesta realizada en el año
2012 por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO), es
mas frecuente entre las mujeres de 35 a 50 años y entre las personas
que padecen alergia.
También
se ven más afectados los trabajadores por cuenta ajena (40%) pues al
no poder cambiar sus horarios laborales no pueden aumentar las hora
de sueño, uno de los remedios para favorecer la adaptación del
organismo al estos cambios. Los estudiantes (23%) suele acusar el
cansancio al coincidir con la recta final del curso.
CAUSAS
Las causas de esta sintomatología leve
y pasajera parece ser que subyace en la alteración de los ritmos
circadianos. Todos nosotros tenemos un reloj interno, un reloj
biológico, regulado por el eje hipotálamo-hipofisario. En
hipotálamo es una glándula en el cerebro que regula la temperatura
corporal, la sed, el apetito, el sueño... y segrega hormonas y
neurotransmisores como las beta-endorfinas y la serotonina.
En la época del cambio estacional
climático (que no necesariamente ha de coincidir con el del
calendario, aunque se suele aproximar) hay un aumento de la
temperatura de las horas de luz solar, de la humedad y a esto se
asocia el cambio horario. Estos factores medioambientales generan un
desequilibrio de las endorfinas, la serotonina y la melatonina entre
otros productos químicos del sistema nervioso que provoca una
sensación de decaimiento físico y intelectual.
Nuestro organismo se ha de acomodar a
las nuevas circunstancias medioambientales, se debe autorregular en
sus funciones en un nuevo entorno. Por esto se considera un trastorno
adaptativo.
El hecho de dormir una hora menos, de
desplazar la hora de las comidas, del trabajo y del resto de las
actividades diarias contribuye a esta desadaptación temporal.
SÍNTOMAS
El diagnóstico de la astenia primaveral
es clínico, en base a los síntomas que presenta una persona:
- desgana y apatía por desarrollar actividades cotidianas,
- cansancio generalizado,
- dificultad para conciliar el sueño,
- somnolencia diurna,
- irritabilidad y nerviosismo,
- inapetencia,
- falta de libido,
- problemas de concentración,
- malestar general con cefalea,
- rabietas sin sentido en los niños.
Se pueden presentar todos o varios de
los síntomas descritos, depende de la situación de cada paciente.
Como hemos dicho no es un trastorno
psiquiátrico, sino una sensación subjetiva que trasluce una mayor
vulnerabilidad de la persona frente a estos cambios climáticos.
Esta situación se autolimita a 2 ó 3
semanas y hay una progresiva recuperación en la medida que nuestro
organismo busca su nuevo estatus en la nueva situación
medioambiental del entorno.
Si durasen más tiempo este tipo de
situaciones habría que acudir al médico pues estos síntomas
mantenidos pudieran ser consecuencia de una anemia o un trastorno
afectivo estacional que deberían ser tratados bajo criterio médico.
Esta situación clínica pasajera se
puede ver acentuada en las personas alérgicas (que cada año aumenta
el porcentaje) porque en la primavera comienza la polinización que
comporta congestión nasal y/o dificultades respiratorias con aumento
de la sensación de malestar, cansancio tanto físico como psíquico
y dificultad para dormir.
Y si la primavera comienza con
temperaturas altas se complica la conciliación del sueño y el
descanso, que implica mayor cansancio diurno y mayor irritabilidad,
síntomas que se suman a los del la astenia.
PREVENCIÓN
Es difícil de prevenir esta situación
pasajera. En primer lugar porque ningún año se produce el cambio
estacional primaveral en la misma fecha (no hablamos del día 23 de
Marzo del calendario), todos los años varía y puede haber hasta 2-3
semanas de desfase. No se puede calcular por estas variables
atmosféricas cambiantes.
Para evitar el malestar lo mejor que
podemos hacer es llevar una dieta sana y tener un estilo de vida
activo durante todo el año de forma que nuestro organismo tenga
permanentemente un estado de salud tal que sea mínimo y no
traumático el proceso de adaptación a los cambios medioambientales
descritos.
TRATAMIENTO
1.- Tener unos horarios fijos en cuanto
a descanso y alimentación para que el organismo vuelva a encontrar
su equilibrio.
2.- Hacer cinco comidas al día para
evitar hipoglucemias que afectan al estado de ánimo. Llevar una
alimentación equilibrada y variada haciendo hincapié en alimentos
que aporten energía como plátanos y frutos secos que, además, son
ricos en triptófano (aminoácidos precursor de la serotonina,
neurotransmisor que potencia la felicidad).
3.- Mantener el cuerpo hidratado con la
ingesta de 2 litros de líquido al día, que puede ser agua, zumos o
infusiones.
4.- Descanso adecuado. La astenia afecta
al sueño y es preciso tener 8 horas de descanso nocturno. Esto ayuda
a que el cuerpo se adopte al cambio más fácilmente. Ir a dormir
habiendo pasado 3 horas tras la cena, en una habitación con
temperatura adecuada de 18º C y tener regularidad en la hora de
acostarse.
5.- Realizar ejercicio moderado,
aeróbico, suave, unos 30 minutos diarios y de forma regular. Andar,
nadar, bailar... Aumenta la producción de endorfinas y el tono
vital.
6.- Realizar actividades placenteras
para vencer la desmotivación de la astenia. Así se eleva el estado
anímico y se contrarresta la tristeza inherente a la astenia
primaveral.
7.- No automedicarse porque no es una
patología, es un proceso de adaptación y no requiere medicación y
menos sin consejo médico pues podría enmascarar una patología de
fondo.
8.- Jalea real. Es un producto elaborado
por las abejas y la reina la toma toda su vida. Se elabora en las
glándulas submaxilares mezclando miel, néctar y agua con saliva y
hormonas. Aportan vitamina A, B, C y E, minerales y oligoelementos
(fósforo, selenio, hierro, cobre, calcio y potasio) aminoácidos
(lisina, leucina, Metionina, fenilalamina, treonina, triptófano y
valina) y un ácido graso no saturado, el 10-hidroxidecenoico (HDC)
con propiedades antibacterianas y antifúngicas.
La jalea real estimula las defensas,
aporta energía, reduce la sensación de fatiga, incrementa la
resistencia física, mental y sexual, además de otros muchos
beneficios.
9.- Complementos vitamínicos. Siguiendo
una alimentación sana y equilibrada no serían necesarios. Sin
embargo, muchas personas hoy en día no llevan una buena alimentación
por lo que nos encontramos niveles deficitarios en muchos nutrientes.
Esas personas podrían recurrir a los citados complementos pero bajo
la prescripción de un facultativo.
10.- Plantas adaptógenas. Los
adaptógenos son sustancias que ayudan al cuerpo a adaptarse en
situaciones de estrés interno o externo, logrando que el organismo
pueda resistir etapas estresantes que normalmente afectarían su
funcionamiento de forma negativa. Desde el momento que “adaptan”
al cuerpo contribuyen a tener un estado más equilibrado en la
función celular, generando un balance óptimo de las energías
internas. Las sustancias adaptógenas son bidireccionales, actúan en
fases de hiper y en fases hipo, llevando al cuerpo a una homeostasis
de salud. Los productos adaptógenos tienen un efecto energizante a
medio y largo plazo, no generando toxicidad y aumentando el
rendimiento físico y mental. Aumentan la resistencia ante las
situaciones de estrés.
Hay plantas que puede ayudar basadas en
esta premisa como:
- ginseng, eleuterococo y damiana,
- rodiola
- withania,
- esquisandra,
- regaliz y
- astrágalo
No por ser plantas son inocuas por lo
que han de ser prescritas por profesionales de la salud que valoren
el estado de la persona y confirme que es una astenia primaveral lo
que tiene y no una patología que pueda enmascararse por el uso de
estas plantas
No hay comentarios:
Publicar un comentario