ESGUINCE DE TOBILLO
En este
artículo vamos a tratar el tema del esguince de tobillo , patología muy
frecuente tanto si practicamos deporte como sino. La destacamos porque nuestro
abordaje terapéutico nada tiene que ver con el tratamiento clásico que todavía
hoy se sigue realizando.
Un
esguince se produce por el desplazamiento hacia dentro o hacia fuera del pie
distendiendo o rompiendo los ligamentos de la cara externa o interna del
tobillo.
Se
distingue en 3 grados:
-
Grado 1: Esguince leve
-
Grado 2: Moderado. Rotura
parcial del ligamento.
-
Grado 3: Grave. Rotura total
del ligamento.
El
paciente acude a consulta en fase aguda (recién hecho) o con las secuelas de un
esguince mal tratado.
Un
esguince es moderado o grave cuando inmediatamente después de producirse el
paciente no puede apoyar el pie ni andar. En este caso habría que descartar una
lesión ósea con una radiografía. Si no hay fisura iniciaremos nuestro
tratamiento.
Todavía
hoy se sigue inmovilizando el tobillo con una férula de escayola con el fin de reabsorber
el hematoma y que cicatrice el ligamento, y esto es un error. La rotura de
ligamento produce un sangrado y un gran hematoma. La inmovilización hace que la
sangre se enquiste y que el hematoma se reabsorba de forma más lenta formando
así un nódulo fibroso. El ligamento será menos elástico y el riesgo de volver a
torcerse el tobillo en el futuro es muy alto.
La
mejor forma de tratarlo más rápida y efectiva sería (de 2 a 3 días):
-
Aplicación inmediata de una
cataplasma de arcilla roja con vinagre de vino tinto. Mantener de 2 a 3 h e
incluso toda la noche. La arcilla posee propiedades remineralizantes y antiinflamatorias.
-
Masaje de bombeo para luchar
contra el edema.
-
Aplicación de frío de 10 a
12 minutos para disminuir el dolor.
Importantísimo
mantener el movimiento y recuperar el movimiento perdido. Este movimiento del
pie y de los tendones es el que va hacer que fluya la sangre y se reabsorba con
más facilidad el hematoma. Hay que hacerlo con cuidado los primeros días.
El
masaje transverso profundo (Cyriax) también nos va a ayudar a restaurar el
tejido conjuntivo.
El
vendaje funcional nos va a servir de gran ayuda para dar estabilidad al tobillo
limitando los movimientos de giro y respetando los movimientos que nos permite
apoyar o caminar (importantísimo para recuperar perfectamente nuestros
ligamentos dañados).
Es fundamental entrenar la propiocepción para
garantizar que la zona esté fuerte, ágil y preparada para responder
favorablemente ante estímulos que podrían provocar recaídas o nuevas lesiones-
.
En tres o cuatro semanas el ligamento esta prácticamente cicatrizado. Siguiendo este protocolo en casa o con la ayuda de un fisioterapeuta el tobillo estará preparado para reanudar las actividades cotidiana o la práctica deportiva (los primero días mejor con un vendaje funcional).
En tres o cuatro semanas el ligamento esta prácticamente cicatrizado. Siguiendo este protocolo en casa o con la ayuda de un fisioterapeuta el tobillo estará preparado para reanudar las actividades cotidiana o la práctica deportiva (los primero días mejor con un vendaje funcional).
En
nuestro centro además de llevar a cabo este protocolo contamos con la
aportación de la terapia neural, que junto con la fisioterapia vamos a
conseguir acelerar el proceso curativo disminuyendo el dolor y la inflamación
el edema en menos tiempo y esto nos va a permitir llevar a cabo una recuperación total.
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