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martes, 15 de marzo de 2022

LAS BACTERIAS INTESTINALES SE RELACIONAN CON LA COVID-19 PERSISTENTE

La alteración de las bacterias del intestino está relacionada con la susceptibilidad a la COVID-19 persistente, según nuevos hallazgos.[1]

Aunque se han encontrado vínculos entre el microbioma del intestino y la COVID-19, así como con otras enfermedades, esta es la primera investigación publicada que muestra un vínculo específico con los efectos de la COVID-19 a largo plazo, escribieron en Gut los investigadores, con sede en la Universidad China de Hong Kong.



"En nuestra opinión, este es el primer estudio que muestra que la alteración de la composición del microbioma intestinal está muy relacionada con los síntomas persistentes en pacientes con COVID-19 hasta 6 meses después de la eliminación del virus SARS-CoV-2", indicó la Dra. Siew Ng, Ph. D., directora asociada en el Centro para la Investigación del Microbioma Intestinal de la universidad. En tres hospitales los investigadores reclutaron a 106 pacientes con COVID-19 entre febrero y agosto de 2020, y los compararon con personas que no tenían la enfermedad, reclutadas en 2019. La gravedad de la COVID-19 en los pacientes participantes fue en su mayor parte leve o moderada.

A los 3 meses, 86 de los pacientes con COVID-19 presentaban el síndrome de COVID-19 persistente, definido como al menos un síntoma persistente e inexplicable 4 semanas después de la eliminación del virus. Y 81 pacientes presentaban este síndrome a los 6 meses, sobre todo fatiga, falta de memoria, pérdida de cabello, ansiedad y problemas para dormir.



"Perfiles microbianos intestinales particulares"

Los investigadores utilizaron muestras de heces para su análisis y descubrieron que en general, la diversidad de los tipos de bacterias y la abundancia de estas bacterias eran significativamente menores a los 6 meses en pacientes con COVID-19 persistente, en comparación con aquellos sin este síndrome y con los controles (p < 0,05 y p < 0,0001, respectivamente). En aquellos con COVID-19 persistente, 28 especies de bacterias estaban disminuidas y 14 estaban enriquecidas, tanto al inicio como en el seguimiento. Los pacientes que tenían COVID-19 pero no COVID-19 persistente mostraban solo 25 alteraciones de las especies bacterianas en el momento del ingreso hospitalario y todas se normalizaron a los 6 meses.

Tener síntomas respiratorios a los 6 meses se relacionó con niveles más altos de patógenos oportunistas, como Streptococcus anginosus y Streptococcus vestibularis. Los síntomas neuropsiquiátricos y la fatiga se asociaron con patógenos nosocomiales vinculados a infecciones oportunistas, como Clostridium innocuum y Actinomyces naeslundii (< 0,05).

Las bacterias conocidas por producir butirato, un ácido graso beneficioso, estaban significativamente reducidas en los pacientes con pérdida de cabello. Los investigadores observaron que algunas de estas bacterias, como Bifidobacterium pseudocatenulatum y Faecalibacterium prausnitzii, mostraban las mayores correlaciones inversas con el COVID-19 persistente a los 6 meses (p < 0,05).

"Los perfiles microbianos intestinales particulares pueden indicar una mayor susceptibilidad", destacó la Dra. Ng.

Aunque los resultados se extrajeron de pacientes con variantes anteriores del virus causante de la COVID-19, las conclusiones siguen siendo válidas para las nuevas variantes, incluida ómicron, ya que estas plantean el mismo problema de alteración persistente del sistema inmunitario, agregó la especialista.

Su grupo lleva a cabo ensayos para estudiar cómo la modulación del microbioma podría prevenir la COVID-19 persistente y potenciar los anticuerpos después de la vacunación en personas en alto riesgo, señaló.

"La microbiota intestinal influye en la salud del huésped. Proporciona beneficios cruciales al contribuir al desarrollo del sistema inmunitario, la prevención de infecciones, la adquisición de nutrientes y la funcionalidad del cerebro y el sistema nervioso. Teniendo en cuenta los millones de personas infectadas durante la pandemia en curso, nuestros hallazgos son un fuerte impulso para valorar la modulación de la microbiota, a fin de facilitar la recuperación oportuna y reducir la carga del COVID-19 persistente", puntualizó la especialista.



Muy temprano para un impacto clínico

El Dr. John Haran, Ph. D., profesor asociado de microbiología y sistemas fisiológicos y de medicina de urgencias de la Universidad de Massachusetts, en Worcester, Estados Unidos, señaló que la investigación se suma a la base de evidencia sobre los vínculos del microbioma intestinal con la COVID-19, pero es probable que todavía no tenga ninguna repercusión clínica. Aun así, dijo que los hallazgos que relacionan especies específicas con síntomas concretos eran muy interesantes.

"Muy pronto, durante la hospitalización, los investigadores vieron estas diferencias y las correlacionaron con las personas que tienen síntomas más prolongados y especialmente con los diferentes grupos de pacientes que también tienen síntomas persistentes. Es distinto si una persona tiene síntomas diferentes, por ejemplo, sigue tosiendo durante meses frente a si tiene niebla cerebral y fatiga u otros síntomas debilitantes", añadió el Dr. Haran, que ha realizado investigaciones sobre el tema.

El Dr. Haran señaló que los hallazgos no identificaron tipos de bacterias especialmente vinculadas a la COVID-19, sino especies que ya se han encontrado asociadas a un microbioma "malo". También señaló que los pacientes incluidos en el estudio no estaban vacunados, porque las vacunas no estaban disponibles en ese momento. Aun así, parece que vale la pena seguir estudiando si la modulación de las bacterias intestinales puede ser un tratamiento.

"La modulación del microbioma es bastante inocua y ese es realmente el siguiente gran paso que hay que dar en esto", indicó.

Por ahora los hallazgos no dan al médico muchas nuevas municiones para el tratamiento.

"Todavía no hemos llegado allí. No es que los médicos vayan a decir a sus pacientes con COVID-19: 'Salgan a comprar coles'", añadió.

El Dr. Eugene Chang, profesor de medicina de la Universidad de Chicago, en Chicago, Estados Unidos, que ha estudiado el microbioma intestinal y las enfermedades gastrointestinales, dijo que es "demasiado preliminar" para afirmar si los hallazgos podrían tener un impacto clínico. Las medidas utilizadas se limitan a identificar los microbios presentes, pero no lo que hacen.

"Es poco probable que estas medidas funcionen lo suficientemente bien para ser útiles para la evaluación del riesgo o la predicción de resultados clínicos. Dicho esto, se están produciendo avances en la tecnología en los que podrían desarrollarse las próximas generaciones de métricas y ser tan útiles como estratificadores y predictores de riesgo", comentó.



Ver patrones cambiantes asociados a determinados síntomas es "notable, porque indica que las alteraciones de la microbiota intestinal en el COVID-19 persistente son significativas", agregó.

Añadió que es importante saber si estos cambios son una causa del COVID-19 persistente de alguna manera o solo un efecto de él.

"Si es causal o contribuye ―esto tiene que demostrarse―, entonces la 'modulación de la microbiota' tendría sentido y podría ser una prioridad para el desarrollo. Si es simplemente un efecto, estas métricas y otras mejores que están por venir podrían ser útiles como predictores o medidas del estado de salud general del paciente", señaló.

Como se ha visto en la investigación de su grupo y en otras investigaciones, "la microbiota intestinal es muy sensible a los cambios en su ecosistema, que está influenciado por el estado de salud del paciente", concluyó.

Los doctores Ng, Haran y Chang han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

Este contenido fue originalmente publicado en MDEdge y adaptado para Medscape en español, parte de la Red Profesional de Medscape.

miércoles, 23 de junio de 2021

OMEGA 3 CONTRA LA DEPRESIÓN

Los ácidos grasos omega-3 podrían ayudar a mejorar los síntomas de la depresión gracias a sus efectos antiinflamatorios. Este hallazgo podría ayudar a desarrollar nuevos tratamientos potenciales contra este trastorno mental.

Una serie de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 podrían ayudar a reducir los síntomas de la depresión, según un estudio realizado por investigadores del Centro de Investigación Biomédica Maudsley del Instituto Nacional de Investigación en Salud (NIHR) que ha analizado sus efectos en altas dosis. Así, cuando se administran ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) omega-3 a pacientes con depresión, se metabolizan en moléculas llamadas mediadores de lípidos y los niveles de estos en la sangre están relacionados con una mejoría de los síntomas.


Concretamente, la investigación, dirigida por el King’s College de Londres se ha centrado en los cambios que se producían en las neuronas cultivadas en laboratorio y en pacientes al consumir altas cantidades de ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), ambos presentes en el pescado azul. Los resultados se han publicado en la revista Molecular Psychiatry.


                                Los participantes que tomaron suplementos 

                               de EPA y de DHA redujeron un 64% y un 71% 

                              los síntomas de la depresión, respectivamente.


La investigación se ha llevado a cabo gracias a 22 pacientes con depresión que recibieron como suplementación 3 g de EPA o 1,4 g de DHA al día durante un periodo de doce semanas. Los resultados se obtuvieron gracias al análisis de los metabolitos lipídicos de ambos ácidos en sangre e indicaron que después del tratamiento se redujeron los síntomas depresivos en un promedio de 64% en el caso de EPA y hasta un 71% en el de DHA.



“Desde hace algún tiempo sabemos que los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 pueden inducir efectos antidepresivos y antiinflamatorios pero, sin una mayor comprensión de cómo sucede esto en el cerebro humano, ha sido difícil desarrollar tratamientos. Nuestro estudio aborda los mecanismos moleculares involucrados en esta relación que pueden informar el desarrollo de nuevos tratamientos potenciales para la depresión utilizando ácidos grasos poliinsaturados omega-3“, indica la Dra. Alessandra Borsini, una de las autoras del estudio.

Y es que se ha demostrado que el aumento de los biomarcadores inflamatorios está relacionado con la depresión mayor, aunque a día de hoy no existen estrategias de terapias antiinflamatorias para solventarlo. Ahora con este estudio se abre una puerta al desarrollo de nuevos tratamientos contra este tipo de trastorno mental.

Artículo de Natalia Castejón publicado en webconsultas

lunes, 1 de marzo de 2021

LAS ESTATINAS AUMENTAN EL RIESGO DE DIABETES

Durante décadas, muchos médicos integrativos como yo mismo hemos advertido sobre los peligros de las estatinas convencionales. 

Una y otra vez se ha demostrado que tienen graves efectos secundarios como: 

- Dolor y lesiones musculares. 

- Daño hepático. 

- Problemas digestivos. 

- Pérdida de memoria. 

- Mayor riesgo de párkinson. 

- Mayor riesgo de osteoporosis. 





Y ahora otro estudio revela una vez más sus peligrosos riesgos. En esta ocasión se ha descubierto que las estatinas DUPLICAN el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Las estatinas podrían disparar la diabetes 

Si alguna vez ha sentido que está cambiando un problema por otro cada vez que toma un fármaco convencional, es posible que esté en lo cierto. Un nuevo e innovador estudio revela que, si está tomando estatinas con la esperanza de reducir su colesterol y su riesgo cardiovascular, ¡puede estar AUMENTANDO simultáneamente su riesgo de diabetes! 

Los investigadores analizaron los datos de 4.600 personas que no tenían diabetes al comienzo del estudio, pero que tenían un mayor riesgo cardíaco. El 16% de los participantes tomaron estatinas durante el estudio, que duró tres años. 

¿Los resultados? Los científicos concluyeron que las personas que toman estatinas tienen el doble de probabilidades de desarrollar diabetes. Es más, si ha estado tomando estatinas durante dos o más años, tiene TRES VECES más probabilidades de desarrollar diabetes. Sin mencionar que los investigadores también encontraron que quienes tomaban estatinas tenían un 6,5 por ciento más de probabilidades de experimentar niveles elevados de azúcar en la sangre. Y eso no es todo… 

Otro estudio diferente encontró un vínculo aún más fuerte entre las estatinas y la diabetes. Los investigadores hicieron el seguimiento a 8.567 pacientes durante 15 años y encontraron que las estatinas estaban asociadas con: Un mayor riesgo de hiperglucemia. Un mayor riesgo de resistencia a la insulina. Y un 38% mayor riesgo de diabetes. 

La evidencia es clara. Incluso si está tomando una dosis baja, ¿por qué arriesgarse? Hay muchas alternativas naturales que pueden reducir el colesterol y el riesgo cardíaco sin esos efectos secundarios. 

Una de ellas es el resveratrol, un antioxidante que se encuentra en las semillas y la piel de las uvas negras. Se ha demostrado en estudios que este antioxidante protector reduce el colesterol LDL y protege la salud de su corazón. 

Ahora bien, comer uvas no le dará el suficiente resveratrol para conseguirlo. La buena noticia es que puede tomarlo en forma de complemento. Pero es importante el consejo médico para poder adecuar la dosis al requerimiento de cada persona.

Las estatinas son medicamentos que tienen efectos muy beneficiosos pues ayudan a bajar los niveles del colesterol, pero sólo debieran prescribirse cuando no se consigue ajustar con una dieta y hábitos de vida adecuados, considerándolos como una tercera opción y no, la primera, como en la mayoría de casos ocurre. La segunda opción es la recomendación de fitoterapia basada en la evidencia científica.

martes, 8 de diciembre de 2020

COLESTROL, CÓMO RECOMENDAR LA LEVADURA DE ARROZ ROJO

 COLESTEROL, CÓMO RECOMENDAR LA LEVADURA DE ARROZ ROJO


Respetar la dosis, evitar interacciones y definir su uso en función del perfil CV son algunas de las pautas para optimizar esta ‘estatina natural’.




Carla Nieto

Poco a poco la levadura roja de arroz se ha ido posicionando como una alternativa  frente a las estatinas, el grupo de fármacos de referencia para el tratamiento de la hipercolesterolemia. Según Antonio Miguel Martín Almendros, secretario del Grupo de Trabajo de Fitoterapia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), “las numerosas investigaciones sobre esta sustancia muestran una evidencia clara acerca de su efecto hipocolesterolemiante en la salud cardiovascular”, abriendo, así, un nuevo enfoque en el abordaje de la hipercolesterolemia (niveles de colesterol por encima de 200 mg/dl), un problema que, según datos de la Fundación Española del Corazón (FEC), afecta al 50,5% de la población adulta española y es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.

Este complemento alimenticio se obtiene a partir de una levadura (Monascus purpureus) que, como explica Rocío Narbaiza, vocal de Alimentación del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Guipúzcoa, contiene catorce compuestos activos denominados monacolinas. “La monacolina K actúa de forma similar a la lovastatina (un tipo de estatina), inhibiendo la síntesis hepática de colesterol por el bloqueo de la HMG-CoA reductasa. Además, produce un incremento de la actividad de los receptores LDL, de manera que se facilita la unión de las LDL-C al receptor, eliminándolas de la circulación. Por tanto, y debido a esta acción de la monacolina K que contienen, los productos de levadura roja de arroz contribuyen a mantener las concentraciones normales de colesterol sanguíneo”.

Estos productos tienen otras sustancias, como los fitoesteroles (sitosterol, campesterol y estigmasterol) y los policosanoles de caña de azúcar, “unos compuestos que también producen una modulación de la actividad de la enzima HMG-CoA y de la expresión de la misma, reduciendo su síntesis hasta en un 50%”, dice Narbaiza.

Leves o moderados

Los resultados de las investigaciones realizadas sobre este producto han ido definiendo el tipo de pacientes en los que su acción está más indicada: aquellos con hipercolesterolemia leve o moderada que no estén recibiendo tratamiento farmacológico. Pero, en opinión de Martín Almendros, más que hablar de niveles concretos de hipercolesterolemia a partir de los cuales está recomendada esta opción, lo más determinante es definir el riesgo cardiovascular en cada caso concreto. “El nivel de colesterol en sangre es un valor que por sí mismo se queda corto a la hora de proporcionarnos a los médicos de Atención Primaria un criterio para tratar o no tratar al paciente. Lo que valoramos son factores modificables y no modificables que inciden sobre un paciente aumentando o disminuyendo el riesgo que puede suponer para la salud cardiovascular un valor absoluto de colesterol en sangre. Para ello usamos calculadoras (Score o Regicor) de las que se obtiene un porcentaje que indica el riesgo que realmente tiene un paciente de sufrir un evento cardiovascular en los próximos diez años. Cuando este riesgo es leve o moderado, la indicación terapéutica es el consejo dietético, la actividad deportiva y la normalización de hábitos saludables, y en este contexto es donde estaría aconsejado el uso de los complementos dietéticos de la levadura roja de arroz”.

Martín Almendros: “Recomendar  levadura roja de arroz debe hacerse dentro de unas pautas de hábitos de vida buenos”

Por el contrario, según Martín Almendros, este complemento no se debe usar en pacientes con un Score o Regicor alto o muy alto en prevención primaria cardiovascular, “ya que en estas situaciones, lo que corresponde es el uso de estatinas de síntesis”.

En cuanto a sus efectos concretos sobre el colesterol plasmático, el experto de Semergen comenta que cada uno de los estudios que se publican en este sentido arrojan unas cifras diferentes, “pero en general se puede hablar de una reducción promedio en los valores del colesterol total del 22% y en los de LDL del 29%, tras dos meses de utilización del producto, aunque en la práctica clínica el tiempo en el que se consiguen estos valores depende del paciente”.




Los estudios también han demostrado un efecto positivo sobre los triglicéridos, pero según Martín Almendros, no está producido por la levadura roja de arroz en sí misma, que no tiene un efecto específico sobre este parámetro, sino por los principios activos hipotrigliceridemiantes con los que suele asociarse en muchos de los productos que hay en el mercado, principalmente los policosanoles de la caña de azúcar y los ácidos grasos polinsaturados omega 3.

Además de la reducción de los niveles de colesterol y los triglicéridos, con el efecto cardioprotector que ello supone, se han atribuido otros beneficios a esta sustancia. “Algunos estudios sugieren que tiene también cierto efecto antioxidante y hepatoprotector”, afirma Narbaiza. En la misma línea, Martín Almendros señala que el extracto que se usa de la levadura roja de arroz tiene principios activos antinflamatorios, como la monascina y la ankaflavina, que ejercen un efecto antinflamatorio primario en el endotelio vascular, actuando sobre una de las bases fisiológicas de la formación de la placa de ateroma. “Además, posee efectos antioxidantes debido a otros principios activos como el DMA, los taninos, la dihidromankolina MV…”.

Ventajas y similitudes

Para la vocal de Alimentación del COF de Guipúzcoa, teniendo en cuenta que este complemento alimenticio y las estatinas se dirigen a cumplir el mismo objetivo –la reducción de los niveles elevados de colesterol en sangre-, la principal ventaja de la levadura roja de arroz respecto a las estatinas es que alrededor del 20% de los pacientes tratados con estos fármacos desarrollan mialgias, efectos adversos de tipo muscular e incluso otros efectos secundarios importantes, como hepatotoxicidad y neuropatía periférica. “Todo ello, a su vez, puede conllevar una mala adherencia al tratamiento, con el consiguiente incremento de las dislipemias. La levadura de arroz carece de este tipo de efectos secundarios”, confirma la farmacéutica.

En cuanto a la posología recomendada, comenta que, según los diferentes estudios realizados al respecto, la dosis efectiva sería de 10 mg de monacolina K en personas diagnosticadas de hipercolesterolemia.





A la hora de recomendar un complemento de levadura roja de arroz en la farmacia hay que tener en cuenta una serie de cuestiones. La primera y más importante es que, como afirma Martín Almendros, el hecho de que se trate de un preparado de extracción natural y no de síntesis no le exime de las interacciones farmacológicas. Entre las posibles interacciones asociadas a esta sustancia están los fármacos como gemfibrozil o la ciclosporina, el hipérico y medicamentos que inhiben el citocromo P450 3A4. “Tampoco está indicado su uso en los casos de uso abusivo de alcohol, ya que puede potenciar el daño hepático”, dice el experto, quien recuerda también que no se debe tomar junto a las estatinas de síntesis, ya que la acción de la monacolina K podría potenciar su efecto lesivo sobre el miocito (una fibra muscular cuya estructura puede verse alterada como daño colateral de las estatinas). “Además -añade el facultativo-, no tendría sentido usar en un paciente dos estatinas diferentes (aunque una sea natural y la otra de síntesis)”.

La levadura roja de arroz no tiene los efectos secundarios de las estatinas, pero si se abusa de ella puede llegar a tenerlos

Por otro lado, tal y como demostró un estudio llevado a cabo en el Departamento de Fisiología y Farmacología de la Universidad de la Sapienza, en Roma, y publicado en el British Journal of Clinical Pharmacology, la ingesta de estos suplementos, sobre todo si se excede la dosis recomendada, puede dar lugar a efectos secundarios similares a los que se asocian a las estatinas (problemas musculares y hepáticos, principalmente). En relación con esta evidencia, otro informe reciente, emitido por el Instituto Federal Alemán para la Evaluación de Riesgos (BfR), recomienda consumir este complemento alimenticio siempre bajo consejo y supervisión médica.  

“Asimismo, hay que tener en cuenta que cuando se consume levadura roja de arroz también se inhibe la síntesis de CoQ10, aunque en menor medida que  ocurre con las estatinas, por lo que sería interesante suplementarla”, afirma Narbaiza. La dosis ideal sería de 30 a 50 mg de esta sustancia al día, aunque la farmacéutica recuerda que la coenzima Q10 también está presente en las semillas, los frutos secos, las legumbres y los cereales integrales, “por lo que llevar una dieta equilibrada va a ayudar a mantener unos niveles adecuados, compensando, así, un posible déficit”.

El cuándo importa

Y para optimizar la ingesta de la levadura roja de arroz, Narbaiza insiste en recomendar a los pacientes que, al igual que ocurre con las estatinas, lo ideal es tomar estos suplementos por la noche, ya que es el momento en el que el hígado sintetiza el colesterol.

Martín Almendros, por su parte, recuerda que la recomendación de este complemento no se hace de forma aislada, sino que se encuadra en una estrategia que incluye pautas de alimentación y hábitos de vida, “y en la medida en la que el paciente siga estos consejos, sus cifras de colesterol evolucionarán a mejor (o a peor)”.


    domingo, 18 de octubre de 2020

    NUTRIENTES INDISPENSABLES PARA HACER FRENTE AL COVID19

     Un aporte adecuado de 6 vitaminas (A, D, C, B6, B9 y B12) y de 4 minerales (hierro, zinc, cobre y selenio) ayudaría a hacer frente al SARS-CoV-2, ya que estos son varios de los nutrientes que más intervienen en el correcto funcionamiento del sistema inmunitario. Precisamente, el déficit que de ellos sufrimos en nuestro país es lo que explicaría que estemos siendo especialmente vulnerables a la Covid-19, tal y como se está viendo.





    Así lo han concluido unos investigadores de la Universidad de las Islas Baleares(1) tras analizar la ingesta de esos nutrientes en 10 países europeos y relacionar su consumo con la incidencia de las infecciones por coronavirus. De ese modo comprobaron que los países en los que se toman menos de estos micronutrientes han sido los más golpeados por la pandemia de Covid-19 (tanto con un mayor número de contagios como con una mortalidad más alta). En concreto, se trata de España, Italia, Bélgica, Reino Unido y Francia.

    Para obtener los nutrientes indispensables para el buen funcionamiento del sistema inmunitario es esencial seguir una alimentación saludable rica en frutas y en verduras. Sin embargo, en ocasiones esto no es suficiente. Y para esos casos es necesario acudir a un complejo nutricional de calidad.

    Fuente

    1. Galmés, S., Serra, F. i Palou, A.: “Current State of Evidence: Influence of Nutritional and Nutrigenetic Factors on Immunity in the COVID-19 Pandemic Framework”.  2020.

    miércoles, 19 de agosto de 2020

    PAPEL DE LA HIGIENE BUCODENTAL EN EL COVID19

    Se ha sugerido que ciertos colutorios podrían reducir la carga viral. El COF de Madrid ha elaborado un protocolo para promover la higiene bucodental en tiempos de pandemia.





    La higiene bucodental podría ser una medida preventiva más frente al coronavirus, junto al uso de mascarillas, la distancia social y el lavado frecuente de manos. El Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM) anunció hace unas semanas la elaboración de un protocolo dirigido a los profesionales de la farmacia con recomendaciones específicas encaminadas a reducir el impacto y la gravedad de la Covid-19.
    El protocolo del COFM se elaboró a partir de la información que se divulgó en el seminario web Medidas de salud bucal en la prevención de COVID-19, celebrado en julio con el apoyo de Dentaid. El texto hace un repaso a las evidencias que existen en esta materia y a las medidas de higiene básicas que podrían ser útiles frente al virus. 
    Aunque hay indicios que apuntan al papel que puede jugar la higiene bucodental para frenar en cierta medida la pandemia por SARS-Cov-2, de momento los expertos señalan que es una premisa que debe corroborar la ciencia. “No existe evidencia directa al respecto”, reconoce Vanessa Blancmanager del área de Ciencia Traslacional y Desarrollo de Dentaid Research Center. 



    Carga viral

    “Sin embargo, dado que este virus se transmite a través de las gotículas que expulsamos por la cavidad bucal y se replica de forma activa en la boca, se propone la hipótesis de que si se consigue disminuir la carga viral en la cavidad bucal, se reduciría el riesgo de transmisión y el riesgo de desarrollar una forma más grave de la enfermedad, puesto que se ha demostrado que la carga viral está directamente relacionada con la gravedad de Covid-19”. 
    Se sabe que el SARS-CoV-2 infecta las células del huésped al unirse a los receptores ACE2 y penetrar en ellas para multiplicarse en su interior. Blanc explica que se ha demostrado que estos receptores, presentes en multitud de órganos, como pulmón, intestino y riñón, también pueden encontrarse en tejidos bucales, especialmente en las células epiteliales de la lengua, así como en glándulas salivales y mucosa. 

    Reservorio

    En los primeros 10 días de la infección, cuando los pacientes pueden permanecer asintomáticos, se ha localizado el virus en las vías respiratorias superiores: nariz, garganta y cavidad bucal. “También se ha sugerido que las glándulas salivares podrían ser un reservorio del virus”, advierte Blanc. 
    Desde el laboratorio Lacer coinciden en que recomendar que se extreme la higiene bucodental es un consejo útil en tiempo de pandemia, “al ser la boca una de las principales vías de entrada y reservorio para el virus”. En un comunicado aconsejan “como mínimo, dos veces al día, realizar una adecuada higiene oral a base de pastas dentales a ser posible con acción antiséptica y flúor, así como el uso concomitante de un colutorio complementario a la pasta y el uso de cepillo interdental o hilo dental”.

    Colutorios

    Uno de los aspectos que más interés está generando de la investigación en cuanto a salud bucodental y coronavirus son los colutorios. Albert Bosch, catedrático de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona y presidente de la Sociedad Española de Virologíaes uno de los firmantes de un artículo en Function que revisa el potencial de algunos de sus compuestos para reducir la transmisión del SARS-CoV-2 en las primeras etapas de la infección. 
    Estudios previos han mostrado que los agentes que hay habitualmente en los colutorios bucales, como cantidades bajas de etanol, povidona yodada y cloruro de cetilpiridinio, podrían degradar las membranas lipídicas que rodean los virus, pero no se sabe su efecto frente a este coronavirus. Los investigadores concluyen que llevar a cabo este tipo de investigación es urgente, bien con las fórmulas ya existentes o con otras diseñadas específicamente contra el virus. 



    Otra revisión

    Por otra parte, los investigadores del Grupo ETEP (Etiología y Tratamiento de las Enfermedades Periodontales y Periimplantarias), Mariano Sanz, David Herrera, Jorge Serrano y Silvia Roldán, profesores de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid, también han analizado la evidencia científica disponible sobre el efecto que puede tener sobre determinados tipos de virus el uso de colutorios con cloruro de cetilpiridinio (CPC), clorhexidina, soluciones de povidona yodada, y peróxido de hidrógeno, entre otros. 
    El artículo Is the oral cavity relevant in SARS-CoV2 pandemic?, publicado en la revista Clinical Oral Investigations,  concluye que “el uso de colutorios antisépticos bucales con povidona-yodo o cloruro de cepilpiridino (CPC) podrían ayudar a reducir la severidad de la COVID-19 y el riesgo de transmisión mediante un descenso de la carga viral en la boca en los individuos infectados”.

    Protocolos

    De hecho, la portavoz de Dentaid informa que diferentes protocolos nacionales e internacionales de prevención en clínicas dentales, como el Consejo de Dentistas de España o el Ministerio de Salud de Italia, recomiendan que los pacientes utilicen determinados antisépticos bucales con el objetivo de disminuir la carga viral antes de una intervención.
    Otro aspecto de la higiene bucodental que puede cobrar protagonismo es la limpieza de la lengua, tal como recoge el protocolo de los farmacéuticos madrileños. “Parece lógico recomendar la higiene de la lengua, dado que en esta zona existe una alta densidad de receptores ACE2”, reflexiona Blanc. “La unión específica del virus SARS-CoV-2 a estos receptores permite su ingreso al interior de la célula para su posterior multiplicación. Por este motivo, la eliminación de la saburra lingual supondría una disminución en la carga de bacterias orales y virus”.

    Población de riesgo

    Aunque las medidas de higiene bucodental son aplicables a toda la población, Blanc comprende que serían especialmente importantes en grupos de riesgo, ya sea por edad avanzada o sus condiciones médicas (pacientes cardiovasculares, con diabetes, con enfermedad renal, entre otros) o por una mayor exposición, como es el caso de los profesionales sanitarios (farmacéuticos, auxiliares, médicos, enfermeros, dentistas, higienistas, etc.).
    Desde Lacer, señalan que “aquellas personas con patología oral previa como gingivitis, periodontitis y/o portadores de implantes u ortodoncia”, son quienes “deben extremar precauciones y no descuidar sus cuidados orales durante este periodo de pandemia”.

    Lesiones

    Por otra parte, el protocolo de los farmacéuticos madrileños recoge que se han reportado una serie de manifestaciones en la cavidad bucal relacionadas de forma más o menos directa con la Covid-19. Por ejemplo, aunque aún están por demostrar si se trata de una asociación firme, las lesiones en la mucosa en pacientes infectados por SARS-CoV-2. 
    El tratamiento farmacológico de la Covid-19 también puede provocar alteraciones como estomatitis, mucositis, xerostomía y candidiasis. Asimismo, la intubación y la poca higiene bucal pueden reflejase en lesiones de la mucosa bucal en pacientes ingresados en la UCI, mientras que el uso continuado de la mascarilla puede asociarse a xerostomía. Por no hablar de patologías preexistentes no tratadas que han podido empeorar por el cierre de las clínicas.

    Artículo de Naiara Brocal. Martes 18/08/2020. Publicado en Correo Fermacéutico

    miércoles, 12 de agosto de 2020

    VITAMINA D BAJA SE ASOCIA A MAYOR MORTALIDAD POR COVID19


      Un nuevo estudio ha encontrado una asociación entre los bajos niveles de vitamina D y el alto número de casos de COVID-19 y las tasas de mortalidad en 20 países europeos.

      En anteriores estudios observacionales se ha visto una asociación entre los bajos niveles de vitamina D y la susceptibilidad a las infecciones agudas de las vías respiratorias. La vitamina D modula la respuesta de los glóbulos blancos, impidiendo que liberen demasiadas citoquinas inflamatorias, y se sabe que el coronavirus causa un exceso de citoquinas proinflamatorias.
      Tanto Italia como España han experimentado altas tasas de mortalidad por COVID-19, y el nuevo estudio muestra que ambos países tienen niveles medios de vitamina D más bajos que la mayoría de los países del norte de Europa. Esto se debe en parte a que las personas del sur de Europa, en particular los ancianos, evitan el sol fuerte, mientras que la pigmentación de la piel también reduce la síntesis natural de vitamina D.
      Los niveles medios más altos de vitamina D se encuentran en el norte de Europa, debido al consumo de aceite de hígado de bacalao y suplementos de vitamina D, y posiblemente a que se evita menos el sol. Los países escandinavos se encuentran entre los que tienen el menor número de casos de COVID-19 y las tasas de mortalidad per cápita más bajas de Europa.
      "Un estudio anterior descubrió que el 75% de las personas en instituciones, como hospitales y centros de atención, tenían una grave deficiencia de vitamina D. Sugerimos que sería aconsejable realizar estudios dedicados a examinar los niveles de vitamina D en pacientes de COVID-19 con diferentes grados de gravedad de la enfermedad", explica, Lee Smith, de la Universidad Anglia Ruskin (Reino Unido), uno de los líderes del estudio publicado en Aging Clinical and Experimental Research.
      Publicado en Noticias Médicas